1. Sonrisa y lenguaje corporal – el poder sonreír
Existe una relación muy directa entre sonrisa y lenguaje corporal. La sonrisa forma parte de la expresividad facial, generando diversidad de respuestas positivas en ti y en los demás. A su vez la expresividad facial transmite nuestras emociones, y esas emociones nos ayudan a conectar con la persona que tenemos en frente. Ya sea de una conversación uno a uno, o hablando frente a un gran público. Estamos programados para reaccionar a las expresiones de las otras personas, en base a sus emociones. Todo esto es gracias a las neuronas espejo.
La sonrisa siempre ha sido muestra de venir en son de paz. Es por eso que, cuando sonreímos, mostramos a la persona que tenemos al frente que somos alguien de fiar, que venimos con la mejor de las intenciones.
Sonrisa y lenguaje corporal – La sonrisa representa la voz del alma
2. Herramientas de comunicación para ganar influencia
2.1 La sonrisa
Nuestra sonrisa es importante a la hora de comunicarnos con los demás. Como seres humanos estamos diseñados biológicamente para alejarnos del dolor y acercarnos al placer. La sonrisa es uno de los gestos que nuestra mente clasifica de forma automática e inconsciente, en forma de placer.
Tu sonrisa es la mejor tarjeta de presentación que puedes utilizar para comunicarte con alguien. Con ella logras que, automáticamente y de forma inconsciente tu interlocutor tenga sensaciones de placer y una disposición natural a prestarte toda su atención.
Recuerdo que al finalizar mis estudios secundarios una profesora dijo ‘recuerden siempre que una sonrisa es capaz de romper la roca más dura’. De acuerdo a mi experiencia, sonreír es importante porque al hacerlo inspiramos mucha confianza y certeza. Por ejemplo, en una ocasión estaba realizando una venta muy importante, y tanto el cliente como yo estábamos muy tensos. De repente mi cliente dijo algo que me hizo sonreír, y a partir de ese momento la conversación fue más fluida, y tranquila.
2.2 ¿Por qué es importante sonreír? – Sonrisa y lenguaje corporal
La sonrisa representa la voz del alma, y es que no necesitas decir nada cuando la sonrisa ya lo dice absolutamente todo.
Quiero contarte que a la hora de transmitir mi mensaje en un auditorio. Miro a la persona que tenga al frente y le doy una agradable sonrisa. De esa manera, puedo conectarme a esa persona de forma más amigable, más amorosa y a su vez obtener su atención al 100%.
Cuando sonríes tu mente y tu cuerpo se preparan para vivir cosas lindas, positivas y optimistas y eso lo irradias en ti mismo y a los demás. Es la mejor forma de proyectar cercanía, empatía y confianza, además nos permite inspirar a otros para que hagan lo mismo y sean más felices.
Canaliza una de las emociones básicas universales: la alegría. Si la usas conscientemente puedes cambiar tu estado emocional actual y afectar a los demás. Todo esto gracias a las neuronas reflejos y el contagio emocional.
3.3. Los gestos corporales – Sonrisa y lenguaje corporal
Los gestos corporales transmiten auto confianza y seguridad. La sonrisa es importantísima para transmitir esa autoconfianza. Cuando acompañamos la sonrisa de gestos corporales, demostramos que nos sentimos bien. También invitamos a la persona que tengamos al frente a sentirse bien.
Algunas personas dicen que “la sonrisa no transmite transparencia”. “Que la sonrisa es de gente engañosa”. Eso pudiera ser cierto, ya que no conviene sonreír ni en todas partes ni en todo momento. Hay culturas donde la sonrisa no está bien recibida. Por ejemplo, en Rusia, en Japón y muy probablemente en otros países.
Cuando sonríes en estos lugares, frente a personas a las que no les tienes confianza, por supuesto que desconfiaran de ti. También hay momentos donde no conviene sonreír por razones obvias. Por ejemplo, cuando estás dando una mala noticia, cuando hay un conflicto o tristeza en el ambiente.
Es importante que te rías de manera natural y nunca fuerces la sonrisa. Esto último no te lo recomiendo, se nota cuando la sonrisa es fingida. Así que debes evitar reír en momentos inoportunos.
4. No finjas la sonrisa
No conviene sonreír cuando uno no lo siente, cuando no viene desde adentro, desde el corazón, cuando simplemente es fingido. La sonrisa real siempre va a venir del alma y del espíritu.
Obviamente, hay situaciones en donde no conviene sonreír. Por ejemplo, cuando estamos dando o recibiendo una mala noticia. Incluso hay algunas actividades en las que por respeto no debemos sonreír. Tal es el caso de un funeral, o cuando estamos ante un hecho doloroso o injusto.
Debes aprender a moderar y ajustar tu sonrisa a las situaciones en las que te encuentres. Lo más importante es que cualquier tipo de gesto que hagas, ya sea de la cara, las manos, los brazos, o la postura. Debe estar en armonía con lo que dicen tus palabras.
Cuando tu cuerpo dice algo distinto a lo que están diciendo las palabras, la gente se va a fiar más de lo que dice el lenguaje no verbal, que lo que dice el lenguaje verbal. Siempre que quieras mostrar buena voluntad, cercanía y positividad, sonríe. Recuerda que la sonrisa te acerca emocionalmente y físicamente a las personas.
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