Al hablar de autoestima ¿qué queremos decir?
Autoestima: nos referimos a que el amor empieza por uno mismo. Primero, debes desarrollar amor hacia ti como persona, para después querer a los demás.
La autoestima tiene 4 pilares fundamentales:
1. El autoconcepto:
Se refiere al conjunto de creencias que constituyen una imagen mental de lo que somos según nosotros mismos. A muchos, les han enseñado equivocadamente a ser muy críticos con ellos mismos. Entonces cuando se laceran, se lastiman, cuando tienen auto verbalizaciones negativas y cuando se irrespetan están dañando su autoconcepto.
2. La autoimagen:
Tiene que ver con qué tanto te gustas a ti mismo. Debes poder mirarte al espejo sin ninguna clase de temor y decir: “estoy bien”. Lamentablemente, muchas personas sufren de algunos problemas que los psicólogos llaman: trastorno de la imagen corporal o trastorno dismórfico corporal. Esto tiene que ver con obsesionarse demasiado con algún defecto físico ya sea real o imaginario, hasta el punto de manifestar síntomas ansiosos o depresivos. Para que esto no te suceda, debes bajar tus estándares de belleza y no dejarte llevar por los cánones, ni por los expertos y mucho menos ver la imagen como un producto de consumismo. Recuerda que cada quien es hermoso de acuerdo a su edad y los cánones de belleza a seguir deben ser establecidos por ti mismo.
3. El autorrefuerzo:
La mayoría de las personas que habitan nuestra cultura están orientadas al autocastigo y a pensamientos autodestructivos. Eso es lo que demuestran muchas investigaciones. Pero, ¿Por qué pasa esto? Porque la sociedad en general ha creado la falsa idea de que si te autorrefuerzas, si te das gustos, si te auto elogias, si dejas a un lado la modestia o la falsa modestia la gente te va a ver mal. Entonces, te enseñan desde pequeño a disimular las virtudes, y a no autorreforzarse o no premiarte. Pero esto es un error ya que la verdadera autoestima parte del autorrefuerzo, de ser capaz de darte gustos. Piensa por un momento en los gustos que quieres darte y los cuales no has podido cumplir pensando equivocadamente que no los mereces.
4. La autoeficacia:
¿Qué tanta confianza tienes en ti mismo o en ti misma? ¿Te consideras una persona capaz? Si la respuesta es afirmativa y piensas que eres capaz de superar obstáculos y enfrentarte con éxito al futuro, quiere decir que sí tienes confianza en ti mismo. Pero, si la respuesta es negativa entonces no confías en ti mismo y no te quieres.
No aceptarse a si mismo
No aceptarse a uno mismo es como una enfermedad. Siempre en la lucha entre el yo real y el yo ideal. El yo real es lo que eres, el yo ideal es lo que te gustaría ser. A veces devaluamos el yo real, cuando nos auto-observarnos y comenzamos a criticarnos demasiado o nos comparamos con otros. En ese momento el autoconcepto se ve afectado y no nos permite ver las cosas buenas, es como si nos diéramos duro con un garrote invisible. El resultado es que el yo real baja y levantamos el yo ideal con pensamientos del tipo: “yo quiero ser como tal persona” “quiero tener tanto dinero y prestigio como…” y así comenzamos a añorar muchas cosas que quizás nunca podremos tener. Esa diferencia entre el yo real y el yo ideal marca tus sentimientos y seguridad. Cuanto más grande sea la distancia entre el yo real y el yo ideal, más inseguro te vas a sentir. Hay que disminuirla.
El yo real debe ser equilibrado. Aprende a mirar lo malo, pero también lo bueno. No te menosprecies, no seas perfeccionista y mucho menos tengas una autoexigencia absolutamente destructiva. Por otra parte, el yo ideal debe estar al alcance de tus posibilidades reales.
¡Aprende a amarte y aceptarte tal y como eres. Sin máscaras! – Autoestima