A veces, es difícil verse y aún más mirarse al espejo. Cuando nos miramos, nos pasa algo parecido a cuando nos nos graban en vídeo. Una vez que vemos la grabación nos parece que no somos esa persona, y hasta pensamos “yo no tengo esa voz”.  Pero la noticia del día es que sí, tu eres esa persona y sí tienes esa voz.  Por eso es tan importante mirarse, porque es la única manera que tenemos de determinar lo que ven los demás, cuando nos observan por primera vez. Para mejorar tu primera impresión: mejora tu imagen y expresión corporal

Algunos quizás piensan que les da igual la opinión de los demás, y tienen razón. Sin embargo, el mirarse les puede dar los elementos necesarios para trabajar en dos valores fundamentales de la comunicación: la autoestima y la influencia.

La autoestima se refuerza mirándose al espejo – Primera impresión: Mejora tu imagen y expresión corporal

Parece hasta contradictorio ¿verdad? pero, en realidad es muy sencillo. Seguro que os ha pasado que habéis conocido alguien por primera vez, pensáis que todo va bien y estáis encantados. Al cabo de un tiempo cuando esta persona te vuelve a ver y hay confianza te dice:

  • “¡Ay mira, sabes que cuando te conocí por primera vez me caíste fatal!”
  • Y tú “¿ah sí?”
  • “Si me pareciste borde”
  • “¿Yo? Pero si yo soy super simpática ¿cómo es posible?”

O peor aún que te digan “vaya carácter que tienes, no lo parecía”. Sabéis, es que la mente confunde el ver con el ser. Por eso, es fundamental saber lo que ven los demás, de esta manera podemos proteger nuestra autoestima y tener las herramientas necesarias para trabar en la influencia.

En mi 1983 y me pongo intelectual, un sociólogo llamado Jean, hizo un estudio sobre, cuáles son los capitales de influencia que mueven el mundo, y descubrió que había tres esenciales.

  • El capital económico. Cuanto más tienes más fácil es comprar a tu objetivo.
  • El capital social. Mientras más perdonas y mejor trabajas tus redes de contacto, más fácil es que te presenten a tu objetivo.
  • El capital intelectual. Cuanto más estudias y más sabes, pues más fácil será convencer a tu objetivo.

Pero para mí falta uno básico y esencial que es el capital carismático. ¿Qué es el capital carismático?  El capital carismático es saber utilizar la imagen, la presencia y el carisma, para poder seducir a nuestro objetivo.

Entrevista de trabajo - primera impresión

Entrevista de trabajo – mejora tu imagen, trabaja tu expresión y muestra una buena actitud

 

1. Mejora tu imagen

Tan solo tenemos quince segundos, ¡quince crueles segundos para dar una buena primera impresión! Quince segundos en los que somos juzgados y etiquetados ¡triste! Pero, ¿quién no lo ha hecho nunca? ¿quién puede decir que no ha juzgado nunca por la primera impresión? Nadie. Pues es lo que somos, no es que seamos malas personas, es una cuestión de herencia primitiva, lo tenemos en nuestro ADN desde hace millones y millones de años. Es como un mecanismo de defensa ante los posibles ataques.

Imaginad, que viajas millones y millones de años atrás. Te encuentras paseando tranquilamente con tus pieles sintéticas, en una pradera jurásica. Cuando de repente te encuentras la imagen de un dinosaurio t-rex. Mucha confianza no da, de entrada, puedes pensar “se ve un poco agresivo este dinosaurio”. Tiene unas líneas como podéis observar afiladas y quebradas que te dan la sensación de poder ser atacada y comida. Así que ¿cuál va a ser tu reacción? De seguro, sentirás miedo y saldréis corriendo de allí. Pero, a lo mejor era un muy buen dinosaurio.

Sigues con tu paseo jurásico y esta vez te encuentras con un dinosaurio herbívoro. Es un poco tímido y que ¡mono verdad! Esta redondito, es así como cuqui. Aunque es muy grande, estás seguro que no te comerá y vas por allí tranquilo. Lo que crean estos dinosaurios, es lo que se llama: las expectativas visuales.

Los seres humanos también creamos expectativas visuales. La expectativa visual crea una emoción y esta emoción determina cómo me comunicaré con los demás. No la confundamos con un estereotipo. El estereotipo es un prejuicio aprendido educacional y social. Y como sabéis, la mente de acuerdo a un pensamiento negativo es mucho más fácil de cambiar que una emoción negativa.

Quiero que penséis claro, dais una primera impresión y el 55% de la opinión que se hacen los demás de vosotros es por la expectativa visual ¿cómo es vuestro cuerpo? Altos, bajos grandes, pequeños, con pecho o sin pecho. Luego está lo que habéis decidido ponerle a ese cuerpo, ¿qué tipo de indumentaria habéis elegido? El peinado que lleváis, gafas, no gafas, maquillaje o la ausencia de él, la forma del cabello y más. Todo eso conforma el 55% de la opinión y a veces ni siquiera nos hemos mirado en el espejo, así que ¿cómo vas a saber qué impresión causarás?

2. Trabaja tu expresión

El cuerpo ayuda a transmitir los códigos correctos, así como a transmitirme a mí mismo. Luego queda el 7%, que es la expresión verbal. De este 7% un 2% es el contenido del mensaje, lo demás es la voz, el tono y la modulación. Por ejemplo, la voz da muchísima información.

A todos nos ha pasado que, al escuchar a un locutor de radio, quedamos encantados y decimos “me encanta, debe ser muy guapo”. Pero, al googlear y dices “ahhhh, sueño roto” no lo hagáis, quedaos en el imaginario es mucho mejor.

Así que, tenemos dos elementos tangibles que son: la expresión verbal y la no verbal. La imagen externa, es la que da información al interlocutor de lo que parecemos ser. Pero, queda un elemento importante e intangible que da la información al interlocutor de lo que somos. Nos referimos a la actitud, la buena actitud hacia nosotros mismos debe ser evidente.

Seguro que has leído muchísimos libros y habéis visto muchos vídeos sobre cómo tener buena actitud. Sin embargo, hoy no voy a ser menos y les voy a dar mi truco. Les voy a explicar, qué es para mí tener una buena actitud.

De una conversación, el 7%, corresponde a expresión verbal

De una conversación, el 7%, corresponde a la expresión verbal

 

3. Renueva tu actitud

3.1 Da las gracias – Primera impresión: Mejora tu imagen y expresión corporal

Para empezar algo que hacemos habitualmente es no aceptar los cumplidos. Cuando alguien nos dice algo bonito se merece solo un “gracias”. Pero, ¿qué hacemos nosotros? Por ejemplo, nos dicen: ¡Me encanta tu camisa! Y, en vez de decir “gracias” respondemos: ¿En serio?, ¡4 euros, me ha costado!

O peor aún te dicen: ¡estás súper guapa hoy! Y respondes: será porque me he puesto tres kilos de maquillaje. ¿Qué quieres? Es lo que hay, de verdad, no nos interesa vuestra vida. Un cumplido es un regalo, un regalo aporta felicidad y la felicidad ¿sabes qué hace? Sube la autoestima, así que con un simple gracias es suficiente.

3.2 No cuentes las miserias.

También, está el dejar de contar miseria de corte nacional. Por ejemplo, estás en el trabajo y te ha ido muy bien, pero, te pasa una sola cosita mala, ¡una! Lo primero que haces es buscar a alguien a quien contárselo ¿Quién está disponible ahora mismo para contarle mi miseria? ¿A ver, a ver? Pero, no pienses que con eso es suficiente ¡no! Más bien el monstruo de vuestro ego empezará a crecer y pensarás ¡ves que tenía razón!

Siguiente acto: te vas al baño con el móvil y cuando estás allí sentada, visitas a ese grupo de whatsapp, de amigos a muerte para contarles todo lo que te ha pasado. Después de contarles, todos gritan ¡Siii, muerte, muerte, muerte! ¿A qué hora le vamos a romper la pierna? ¿¡Si donde esta jefe!? Como es un subidón de adrenalina, sales del trabajo, contándole a todo el mundo lo mal que te ha tratado el jefe.

Todo esto viene como consecuencia del ego. Quizás te has dejado llevar por lo que dicen los psicólogos, que lo mejor es contarlo todo. Pero ese es un error, así que te vas a dormir, encantada, relajada, lo has contado a todo el mundo y ¿Qué pasa? Que al día siguiente tú ya no te acuerdas de todo lo que has soltado, pero la miseria te persigue. El grupo de Whatsapp sigue allí, tu mamá te ha llamado cinco veces preocupada, tu compañera de trabajo también está afectada.

Así que ¡por favor no cuentes mas miserias! Y si tenéis que sacarlo porque dice el psicólogo que lo tenéis que sacar. Por lo menos elegid a la única persona de vuestro entorno que os va decid “creo que te equivocas”. Así lograrás aliviar la miseria.

3.3 Limpia la mirada – Primera impresión: Mejora tu imagen y expresión corporal

Una de las pautas que me parece más importante es: limpiar la mirada. Pero, eso ¿qué significa? que cuando nos miremos en el espejo debemos dejar de concentrarnos en aquello que no nos gusta. Igualmente, cuando hablamos de nosotros, dejemos de pensar en aquello que no hacemos bien. Gastamos demasiada energía en corregir las cosas que no se nos dan bien. Pero, ¿por qué no nos enfocamos y usamos esa energía, para potenciar lo que sí nos gusta de nosotros mismos?

Eso es importante ¿sabéis por qué? Porque vivimos en una sociedad, en la que se valora mucho más aquello que nos ha costado esfuerzo, y no lo que se nos da bien naturalmente. Eso es algo doloroso, cuesta y es frustrante.

De eso me di cuenta con mi hijo. Mi hijo tiene unas notas en mates normal, en cambio tiene un gran talento para la música. Entonces en cierta oportunidad pensé: “le voy a traer un tutor de mates para que suba sus notas”. Pero, de repente me dije: “¿para qué voy a machacar a este niño que no le interesan las mates, ni le gustan y mucho menos las aprueba?”

Intentar forzarlo a hacer algo que quizás nunca se le dé bien, no resultará en nada bueno. Más bien voy a poner todo el peso de la energía en su talento, que es el piano y seguramente será más feliz. Cuando hacemos este cambio de perspectiva la autoestima sube y estamos en camino de querernos un poquito más.

Recuerda son tres sencillos pasos. Para mejorar la Primera impresión: Mejora tu imagen y expresión corporal

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